La Gestión de Riesgos, dentro del ámbito de la Gestión de Proyectos, se refiere a la identificación, evaluación y control de incertidumbres o eventos potenciales que pueden afectar los objetivos de un proyecto. Este proceso integral implica estrategias para minimizar la probabilidad de ocurrencia de estos eventos, o su impacto si llegan a suceder. En otros términos, la Gestión de Riesgos ayuda a los equipos de proyecto a entender y a manejar de manera proactiva los posibles riesgos que pueden presentarse durante la ejecución de un proyecto.
La Gestión de Riesgos es fundamental en cualquier proyecto ya que permite a los equipos anticiparse y prepararse para posibles eventualidades. A través de la Gestión de Riesgos, se pueden desarrollar planes de contingencia y acciones correctivas, se pueden asignar recursos para dirigir los problemas, y se puede contribuir a la toma de decisiones informada y estratégica. Así, la Gestión de Riesgos aumenta la probabilidad de éxito del proyecto y reduce las posibilidades de fracaso.
El proceso de Gestión de Riesgos normalmente incluye varias etapas como la identificación de riesgos, la evaluación o análisis de su probabilidad e impacto, la planificación de respuestas, y el monitoreo y control continuo de los riesgos durante la vida del proyecto. Este proceso no es un evento único; se debe realizar continuamente durante todo el ciclo de vida del proyecto, con el fin de identificar nuevos riesgos y evaluar la efectividad de las respuestas a los riesgos generados previamente.