El seguimiento de tareas es una metodología que implica el monitoreo y control de las actividades necesarias para la finalización de un proyecto o trabajo especificado. Este proceso permite a los gestores de proyectos, equipos, y a los individuos, tener un registro claro de los avances, identificar posibles retrasos y gestionar eficazmente los plazos de entrega. Al proporcionar una vista clara de los movimientos y progresos de un proyecto, el seguimiento de tareas garantiza que todas las tareas están encaminadas y se completan de manera oportuna.
El seguimiento de tareas está estrechamente relacionado con el seguimiento del tiempo. Mientras el seguimiento de tareas se centra en monitorear el progreso y completitud de las tareas individuales, el seguimiento del tiempo se refiere a la práctica de documentar la cantidad de tiempo que un individuo o equipo pasa trabajando en una tarea o proyecto específico. Esta métrica puede ser esencial para la facturación de clientes, la gestión de la productividad y la eficiencia, así como para planificar futuros proyectos.
Ambos, el seguimiento de tareas y de tiempo, son herramientas vitales para cualquier empresa o proyecto. Permiten a los equipos y gestores entender mejor cómo se utiliza el tiempo, identificar posibles problemas de eficiencia e incluso predecir futuras necesidades de tiempo basándose en datos históricos. Utilizados conjuntamente, el seguimiento de tareas y de tiempo puede ayudar a garantizar que los proyectos se completan a tiempo y dentro del presupuesto, maximizando así la eficiencia y la rentabilidad.