El Seguimiento de Progreso es un procedimiento enfocado en monitorizar y documentar continuamente el avance de una tarea o proyecto en relación a su plazo estipulado. Mientras que está intrínsecamente ligado al seguimiento del tiempo, no es únicamente sobre el tiempo transcurrido sino que también contempla los logros realizados y los objetivos alcanzados en un determinado espacio de tiempo.
El Seguimiento de Tiempo, por otro lado, tiene que ver específicamente con la medición del tiempo que se gasta en diferentes actividades. Tiene un papel vital en el Seguimiento de Progreso ya que la gestión efectiva del tiempo puede contribuir significativamente a la finalización exitosa de un proyecto. Al hacer un seguimiento del tiempo, se puede optimizar el manejo de recursos y asegurar que los plazos del proyecto se cumplan.
Por último, el Seguimiento de Progreso tiene una importancia capital en la gestión de proyectos. Permite que los gerentes ajusten y reorienten estrategias a medida que surgen los desafíos. De igual forma, permite a los miembros del equipo comprender si están cumpliendo con las expectativas y les ayuda a ajustar su rendimiento. Adicionalmente, proporciona una forma transparente y cuantificable de comunicar el estado de un proyecto a las partes interesadas. En una palabra, el Seguimiento de Progreso, apoyado en un Seguimiento de Tiempo eficaz, puede ser la diferencia entre el éxito o fracaso de un proyecto.